Fuente: Engadget
Enlace: http://es.engadget.com/2012/08/11/raspberry-pi-model-b-analizado/

Seguramente te habrás cansado de leer noticias sobre el pequeño ordenador Raspberry Pi, y es que no podemos ocultar nuestra fascinación por este proyecto educativo. Con esto dicho, no sería apropiado hablar del Model B sin mencionar a su fundador, Eben Upton, que concibió su minúsculo ordenador no como producto de consumo, sino dentro de una idea mucho más grande y que esperamos explicar con justicia en este análisis.
El proyecto Raspberry Pi se inició en 2006, cuando Eben Upton y algunos compañeros de trabajo de la Universidad de Cambridge decidieron solucionar un problema muy básico: la mala (o falta de) educación que demostraban los aspirantes a ingeniero informático. Upton estaba a cargo de conseguir nuevos y buenos estudiantes para la universidad, pero se dio cuenta de que la mayoría de ellos tenían poco o ningún conocimiento de programación. Una parte del problema, pensó Upton, podría ser que ninguno de ellos poseía un PC realmente apropiado para programar y probar cosas nuevas, de forma que empezó con el diseño del micro-ordenador que ahora es conocido como Model A.
Para 2008 los procesadores se convirtieron en componentes suficientemente baratos y rápidos como para incluirlos en el aparato que tenía en mente. El Model A fue diseñado con unas características básicas pero a la vez muy completas, con salida de video y audio, un procesadorcapaz de realizar tareas interesantes como la reproducción de video de alta definición, un tamaño pequeño y un buen precio. Se estableció que el Model A se vendería por unos 25 dólares, pero la gente empezó a pedir conexión a internet, y por lo tanto la fundación Raspberry Pi decidió fabricar el Model B, con un puerto Ethernet y un precio de unos 35 dólares. Ese segundo dispositivo es precisamente el que tenemos en nuestras manos y del cual te vamos a hablar con mayor detalle.
Hardware
De todas maneras, antes de mencionar sus habilidades es esencial hacer una lista de las especificaciones técnicas, que puedes ver aquí:
Raspberry Pi Model B | |
---|---|
SoC | Broadcom BCM2835 |
CPU | ARM 1176JZFS a 700 MHz |
GPU | Videocore 4 |
RAM | 256 MB |
Video | HDMI y RCA |
Resolución | 1080p |
Audio | HDMI y 3.5 mm |
USB | 2 x USB 2.0 |
Redes | Ethernet 10/100 |
Electricidad | micro USB |
El Raspberry Pi Model B cuenta con conectores más que suficientes para permitir cierta flexibilidad al usuario, y es que si una pantalla HDMI no está disponible, siempre se puede usar la salida de video RCA. Además, su alimentación es tan sencilla como conectarle el adaptador micro-USB de un teléfono.
Aunque el hecho de que no venga con una carcasa protectora podría ser motivo de críticas, en realidad la comunidad de usuarios ha decidido aprovechar la oportunidad para fabricar todo tipo de ingeniosas cajas en las que se puede guardar el ordenador. Hemos visto desde cajitas de Lego y cartón hasta elaboradas carcasas de madera o fabricadas con impresoras 3D. Es aconsejable buscarle una carcasa para evitar cortocircuitos, pero no es algo requerido.
Además de los puertos USB que pueden ser usados para conectar ratones, teclados o discos duros externos, el dispositivo incluye conectores de expansión que pueden ser usados para la comunicación con otros dispositivos. Se ha anunciado además que pronto saldrá a la venta una cámara de cinco megapíxeles.
Seguramente debido a la poca electricidad que proporciona el puerto micro-USB tuvimos problemas usando teclados USB con puertos adicionales (porque requieren más electricidad que un teclado sin puertos). En algunos momentos las teclas funcionaban como si se hubieran atascado, repitiendo caracteres un par de decenas de veces. En todo caso, el dispositivo no muestra problemas con teclados de bajo consumo.
Para ahorrar espacio y dinero, los ordenadores Raspberry Pi incluyen puertos en todos los lados de la placa, y esto hace que sea un poco problemático usar el aparato en espacios muy reducidos porque tiene cables como los brazos de un pulpo. De todas maneras, cualquier dispositivo conectado al RasPi es más grande que el mismo ordenador.
No hay mucho más que podamos decir acerca de su hardware, y por lo tanto pasaremos al siguiente paso: analizar el software del aparato.
Software
El Raspberry Pi Model B como ordenador
Si bien la fundación Raspberry Pi se ha hecho cargo principalmente de proporcionar el hardware del Model B, también ha ayudado para que la comunidad cree distintos sistemas operativos (todos basados en Linux) que satisfagan distintas necesidades.
Ya que el sistema operativo se carga desde una simple tarjeta SD, tener varias distribuciones de Linux listas para ser cambiadas no entraña complicación alguna. De igual manera, es tan sencillo crear una distribución ARM para el Raspberry Pi que cada cierto tiempo se ven nuevas versiones de Linux en los foros del proyecto.
Ya que el Model B cuenta con dos puertos USB es sencillo conectarle un ratón y un teclado y usarlo como un ordenador cualquiera, aunque sea mucho más lento ordenadores con un precio más elevado. El problema es que si bien se puede usar una interfaz gráfica en el Pi, su limitada memoria y pequeño procesador hace que las cosas funcionen con bastante lentitud. Por eso debe quedar claro que los ordenadores de la fundación Raspberry Pi no fueron creados para remplazar a tu ordenador principal, sino como herramientas de aprendizaje y juego.
Sistemas operativos
En el momento de escribir este análisis existen tres distribuciones de Linux promocionadas por la fundación Raspberry Pi: Raspbian «wheezy» (basada en Debian), Arch Linux ARM y QtonPi. La primera ha sido clasificada como «para principiantes», y es que se trata de una distribución preconfigurada con administrador de ventanas como LXDE y con algunos navegadores de internet como Midori. La segunda, Arch Linux, tiene como meta proporcionar grandes niveles de control al usuario. Por último, QtonPi es una plataforma embebida para el uso de aplicaciones Qt.
En nuestro caso probamos el funcionamiento de Raspbian, debido a nuestra familiaridad con esa distribución y las optimizaciones hechas para el funcionamiento específico en este dispositivo. El proceso de creación de la tarjeta SD es muy sencillo para una persona conocimientos básicos de Linux o instalación de sistemas operativos, dado que todos los pasos están enumerados en una wiki. Para poder instalar Raspbian en una tarjeta SD tan sólo hay que saber seguir las instrucciones con cuidado.
La distribución viene con algunas aplicaciones preinstaladas, entre las que se encuentran los navegadores de internet Midori, Dillo y NetSurf y herramientas de programación como IDLE para Python, Scratch y Squeak. Como decíamos, el funcionamiento es lento, hasta el punto de que lanzar cada aplicación requiere varios segundos. A pesar de eso, una vez que la aplicación necesaria está abierta, usarla no representa problema. Eso sí, hay siempre que recordar el limitado espacio de memoria del dispositivo, y por eso la experiencia es mejor si se usa la cantidad mínima posible de aplicaciones a la vez.
La distribución Raspbian cuenta además con algunos juegos desarrollados en Python, como clones de Reversi, Sokoban y Snake. La experiencia de juegos es aceptable, pero se puede sentir la lentitud del ordenador cuando interpreta las teclas seleccionadas.
Además de programación en Python, es posible hacer scripts de Linux en bash con vi, y hasta hemos leído de gente que ha instalado completos servidores web y hace scripts en PHP, si bien nosotros todavía no hemos tenido tiempo de intentarlo.
Un proyecto que sí pusimos en práctica tiene que ver con el uso del Model B como bot de nuestro chat interno de Engadget, y debemos admitir que funcionó hasta mejor que con el ordenador que habíamos usado hasta ese momento. La configuración de aplicaciones disponibles en los repositorios de Debian funciona tan bien como en cualquier otra instalación de la distribución: tan sólo hay que buscar en apt-get para instalar todo tipo de software en el pequeño ordenador, o por su defecto compilar la fuente directamente con make.
Como reproductor multimedia
Aunque los ordenadores Raspberry Pi no fueron diseñados para funcionar como reproductores de video, la comunidad alrededor del proyecto se ha hecho cargo de invertir grandes cantidades de tiempo para poder usarlos precisamente de esa manera. Al poco tiempo de que los primeros Pi llegaran a las manos de los usuarios comenzaron a aparecer formas para reproducir video, y entre ellas la más popular ha sido con la conocida aplicación XBMC.
El proyecto OpenELEC ha tomado la gran iniciativa de ofrecer soporte para el Raspberry Pi con su distribución XBMC lista para funcionar desde memorias flash. Al usar OpenELEC la memoria RAM se reconfigura de manera automática para dedicar el 50% a los gráficos y de esta manera funcionar sin complicaciones (sólo un 25% del RAM se invierte en gráficos en modo ordenador).
Vamos a ser sinceros y admitir nuestro asombro cada vez que vemos video 1080p siendo reproducido por un dispositivo tan diminuto y barato como el Raspberry Pi. Una vez con el video iniciado, la reproducción funciona sin ninguna interrupción y con excelente calidad, aunque el problema es llegar hasta ese punto; no sólo el soporte de codecs es todavía limitado, sino que la demora entre la selección de una opción y la ejecución es tanta que requiere de auténtica paciencia.
Dudamos mucho que el Raspberry Pi con las configuraciones actuales pueda remplazar a un reproductor de video o un streamer, pero a juzgar por la emoción de la comunidad, es posible que en un futuro no muy lejano su funcionamiento mejore de manera significativa. Por ahora usar un Model B para reproducción de video es simplemente una parte del proceso de aprendizaje con el dispositivo.
El mini ordenador Model B de la fundación Raspberry Pi es un dispositivo impresionante. No sólo resulta extremadamente asequible, sino que abre la puerta a infinitas posibilidades para el desarrollo de nuevas aplicaciones y para la simple educación tecnológica de las nuevas generaciones. Nuestras expectativas con su funcionamiento fueron sobrepasadas en gran manera y la experiencia de uso es simplemente ideal para lo que es. Como herramienta educativa y simple juguete tecnológico los ordenadores Raspberry Pi son maravillosos.
Con esto dicho, debemos aclarar y repetir que el Raspberry Pi no es un ordenador que pueda remplazar a ningún otro en tu hogar o trabajo. No fue diseñado para ser un PC corriente y tampoco funciona de forma comparable. Este pequeño dispositivo tampoco hará que te desprendas de tu streamer o reproductor multimedia (al menos no en este momento), ya que no fue concebido con ese objetivo. El Raspberry Pi no es más que una herramienta educativa, un juguete para estudiantes sin otra misión que facilitar su aprendizaje mientras disfrutan.
El Raspberry Pi es ideal para aprender programación, hardware, software y tecnología en general, con el apoyo de una gran comunidad de usuarios que no deja de crecer. Su precio es absolutamente justificable y hasta estaríamos dispuestos a pagar más por él. Sólo queremos que tengas muy claras las limitaciones del aparato, y que después de adquirirlo sepas que deberás pasar varias horas con él antes de que puedas aprovechar su potencial. Si te gusta la programación, quieres aprender informática y estas dispuesto a invertir muchas horas estudiando (y divirtiéndote), te podemos recomendar con gran satisfacción la compra de un Raspberry Pi Model B.